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Jan Landeros es el socio co-fundador de Bioflora junto a la doctora Valerie Katthain. Su proyecto es uno de los casos más exitosos de ecommerce en México, con dos productos que coronan las ventas nacionales en su categoría en las posiciones uno y dos.
Una proeza que es producto de la pasión, profesionalismo y dedicación absoluta de esta empresa al construir un producto de alta calidad, responsable con el medio ambiente y con una logística efectiva y eficiente. Bioflora es la prueba de que la excelencia se reconoce con el éxito y que las empresas que además devuelven ese éxito a su comunidad, son las que tienen verdadero valor.
Frank: ¿Cuéntanos cómo nace Bioflora?
Jan: La manera como fundamos Bioflora fue muy curiosa porque la fundamos entre la doctora Valerie Katthain y yo. Nos conocimos en una pequeña ciudad en México donde vivimos los dos, porque nuestras hijas iban a natación juntas.
Yo venía de la industria de la nutrición para las mascotas, de una fábrica muy grande que hacía suplementos para mascotas y los vendía en toda América Latina y en algunas partes de Europa. Me salí porque trabajar en una fábrica muy grande es agotador, pero antes de salir, saqué un producto mío propio, unos probióticos para perros.
En la fábrica aprendí mucho y agradezco ese aprendizaje, siempre tuve muchos emprendimientos y aunque no todos esos proyectos triunfaron, siempre me he sentido un emprendedor. Así fue que al conectar con Valerie un día me dijo: “No puedo creer que hagas probióticos para perros pero no para humanos”, lo pensé y decidimos lanzarnos a hacerlo.
Como Valerie, su familia, está también involucrada en una empresa de lácteos, por esto, pensamos en realizar la distribución con ellos, pero nos indicaron que no podían distribuir en vidrio y tuvimos que resolver eso nosotros. Así empezó Bioflora.
Frank: ¿Son similares los probióticos para animales que para humanos?
Jan: Hay muchas diferencias pero no en la fabricación. La verdad es que el proceso es más o menos el mismo a nivel de fabricación. Así que pedí prestada una encapsuladora manual e hice mi primera mezcla en una bolsa de plástico, como se hacen los experimentos, y sacamos un lote de cien productos.
Frank: ¿Nacen como ecommerce o empiezan como tienda física?
Jan: Desde un inicio cuando nos planteamos formar la empresa, hace unos cinco años, nos sentamos con otro amigo que es asesor de negocios y nos dijo: “hagan su empresa digital”. Que los pedidos sean online, que todo sea lo más automatizado que puedan. Porque si hoy no lo necesitan, lo van a necesitar en cinco años. Y así fue. Nosotros empezamos en el 2016 y la formalizamos en el 2017.
Ese primer periodo lo hicimos apoyándonos en pequeñas tienditas aquí en Valle de Bravo y luego sí que explotó ya el ecommerce como tal.
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Frank: Les ha ido bien entonces.
Jan: Sí. De hecho dos de nuestros productos están en los puestos primero y segundo del mercado Mexicano. Es decir, son el primero más vendido de su categoría y el otro es el segundo más vendido de su categoría. Nuestro producto es de muchísima calidad, siempre hemos cuidado este aspecto ante todo.
Nosotros no fabricamos los probióticos, sino que los importamos de los mejores productores en Europa. Cuando metemos un pedido de orden de compra, pedimos que se fabrique el probiótico en ese instante, no está embodegado. Para nuestros productos, las cepas se producen al momento, siguiendo nuestra fórmula.
Para empezar, es un producto muy fresco y esto nos garantiza una enorme calidad. Luego el packaging es super importante. Nosotros usamos cápsulas veganas ácido resistentes. Éstas sólo permiten entre el 2% y 3% de humedad en comparación con las tradicionales de gelatina que tienen un 14% de humedad. Los enemigos de los probióticos son la humedad, con estas cápsulas la reducimos.
Además, el ser ácido resistentes es un punto clave, porque cuando te la tragas, lo primero que le pasa a esa cápsula es que cae en el estómago y ahí existe una acidez brutal. Por lo que es vital que la cápsula aguante al menos 30 minutos, para que los probióticos lleguen a donde tienen que llegar.
Además de todo esto, el frasco también importa mucho; un frasco de PET - de plástico - con los blisters, deja pasar luz y humedad al producto. Mientras que los frascos de nosotros de vidrio, no dejan pasar nada, son muchísimo más ecológicos y responsables con el medio ambiente.
Quiero mencionar que nosotros por cada cuatro frascos que se venden de Bioflora, sembramos un árbol. Este año, vamos a sembrar 30 hectáreas, que es un pequeño bosque. Y lo vamos a reforestar aquí en Valle de Bravo. Y esa es una de las cosas que más nos gusta: poder aportar un impacto positivo y tangible a la comunidad donde vivimos.
Frank: Son un equipo pequeño ¿Verdad?
Jan: Subcontratamos mucho. Nosotros somos creyentes en que hay que ser expertos en lo que se hace. Por eso, somos expertos en los probióticos y luego buscamos expertos en otras áreas para que nos apoyen: quién hace la mejor logística, quién lleva el mejor control, quién hace el mejor marketing, quién fabrica los mejores envases etc.
Es así como se va creando un ecosistema empresarial alrededor de tu proyecto que sabes que funciona, porque todos son expertos en su tema, tú no puedes saber de logística, de marketing, de packaging y de todo… Eso es imposible. Además, hoy por hoy es muy fácil rodearse de expertos si dejas tu ego de lado y reconoces que no sabes de todo.
Una de las claves del éxito de Bioflora ha sido la manera tan inteligente de abordar la compartimentación de un negocio moderno: aliados expertos en cada área. Jan insiste, con enorme sabiduría, “No podemos ser un maestro de todos los oficios”, es mucho más inteligente y eficiente, buscar ayuda profesional en cada campo, para poder dedicarse a lo que realmente les importa: hacer crecer a Bioflora.
En el campo de la logística, Jan consiguió ese aliado a sumar a su ecosistema de expertos, en Cubbo. Y no se arrepiente.
Frank: ¿Cómo llegan a Cubbo?
Jan: Yo primero tuve otro proveedor de logística que era muy rudimentario. Por ejemplo, cuando vendía por Amazon tenía que imprimir la hoja, mandarla por Whatsapp a este proveedor, que además no estaba integrado tecnológicamente a nada. Y yo hablé con él y le pedí: “oye por favor modernízate, para integrarte a mis plataformas de ecommerce, para que te lleguen los pedidos automáticamente”. Y le di dos meses para esto, porque era imposible para nosotros trabajar así.
Y mientras ya estábamos buscando alguién que hiciera esto, creo que me llegó por Instagram una publicidad de Cubbo y de ahí contacté a Josu y nos quitaron muchísimo trabajo de encima, porque al momento se conectaron al Shopify que usamos en la tienda. Aparte de que consiguen buenas tarifas de transporte y de envío y no hemos tenido hasta la fecha ningún problema con ellos. Todo me ha salido bien. Y me han quitado un dolor de cabeza de encima.
Frank: ¿Ustedes venden en todo México?
Jan: Tenemos dos modelos de negocio: uno de venta para ecommerce y otro de mayoreo. Esto permite que cualquier persona en cualquier parte de México se pueda meter en el ecommerce y comprar lo que quiera.
Por ahora seguiremos distribuyendo en México solamente. Hace unos años fuí a Colombia pero se nos hizo muy complejo hacer todo el proceso de expandirnos, sobre todo porque por el tipo de producto hay que tener mucho cuidado con las leyes locales. Además, comenzamos este proceso en pleno tema del Covid y eso ha paralizado todo un poco.
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Frank: ¿A cinco años, dónde ves Bioflora?
Jan: El plan es consolidarnos en México con la oferta de productos que tenemos. El año pasado sacamos siete productos nuevos, lo cual fue una bestialidad entre logística, permisos y producción. Este año sacaremos otros tres o cuatro productos nuevos. Y la clave para nosotros es ir cada vez abarcando más cadenas de farmacia e ir consolidando el retail poquito a poquito.
Somos muy innovadores, a veces demasiado. Nos pasa que estamos early to market varias veces y lanzamos el producto aún cuando no se ha madurado el mercado.
Pero nos gusta hacer esto. Lanzamos el producto y lo dejamos que se vaya madurando ahí, y estoy seguro que en unos años será un éxito. Estamos creciendo a un ritmo enorme, un 60% aproximadamente.
Frank: ¿Qué consejo le darías a un emprendedor mexicano que quiera lanzarse a crear un negocio en este momento?
Jan: Haz toda la investigación que puedas. El negocio que quieras hacer, investígalo a fondo. Y luego ten capital. Necesitas tener el capital. Porque siempre va a salir algo más caro de lo que pensabas, o te puedes quedar a medias. Y por último: cuida la ejecución. La ejecución tiene que ser perfecta. Sobre todo si es en ecommerce. Los malos reviews te matan. Tu producto tiene que ser impecable, tu servicio post-venta tiene que ser excelente etc.
Para finalizar, le diría que jamás hagan un negocio solamente por hacer dinero. Eso mata la pasión. Busca algo que te guste, que te enamore. Es muy bonito hacer un negocio y que vaya bien, pero es más bonito si además te enamora y sirve para ayudar también a tu ambiente, a tu comunidad. Yo creo que el chiste está en compartir, en la generosidad: si tu das, se te regresa.
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